Hemos encontrado esta reflexión y queremos compartirla con ustedes, está escrita por una madre que educa en casa y que habla desde su propia experiencia.
" Una de las cosas a las que nos enfrentamos cuando decidimos educar a
nuestros hijos en el hogar, es la sobreprotección; encerrarlos dentro de
una “burbuja” para evitar que sufran daño. Reflexionando acerca de esta
posibilidad, veo factible que en algún momento de nuestro educar
podamos enfrentarnos a situaciones que nos puedan llevar a la
sobreprotección, sin embargo, considero que las familias que hemos
tomado la decisión consciente y pensada, analizando todos los pros y los
contras, comprendimos que existía esa posibilidad y, por lo menos en
nuestro caso, tratamos de brindarles alternativas, posibilidades y
herramientas, para que ellos vivencien las consecuencias de sus
actuaciones o decisiones, hayan sido buenas o malas. Procuramos aprender
entre todos de los errores y aciertos; esto a nuestros hijos les ha
proporcionado autonomía para ser críticos y autocríticos, y a nosotros
nos ha llevado a estar reflexionando constantemente nuestro actuar.
Sin embargo, aún existe la posibilidad que nuestras creencias,
vivencias y valores, nos lleven a aislarlos de alguna manera, o por
circunstancias específicas de nuestro diario vivir. Pero nosotros
creemos, que siendo tolerantes con las diferencias de todas las
personas, tratando de motivarlos a relacionarse, a conocer y comprender
el porqué de esas diferencias, enseñándoles a dar y a recibir,
procurando mostrarles (y a nosotros), una visión más amplia del mundo y
de las posibilidades de aprendizajes, no sólo en cuanto la socialización
sino en todos los ámbitos del conocimiento, se evita en gran medida
está “sobreprotección”. "
Fuente: EnFamilia
No hay comentarios:
Publicar un comentario