Hace años se inició en Estados Unidos un proyecto para entender la inteligencia y se descubrió que en realidad no existe una, sino nueve. ¿Entendemos mejor las cosas que nos llegan de manera ordenada y secuenciada? ¿Las entendemos mejor cuando nos las cuentan que cuando las leemos? ¿Las entendemos realmente cuando las podemos tocar? ¿Las entendemos de verdad cuando nos llegan a través de otra persona? ¿Cuándo reflexionamos sobre ellas?...
Cada forma de recibir la información está relacionada con un tipo de inteligencia (espacial, musical, interpersonal, intrapersonal…). En cada niño predomina una, aunque puede haber varias. “Y si un niño no aprende es que no le estamos hablando de la manera en la que él aprende”, resume Mario Alonso Puig.
No todos aprendemos igual, y no hay unos mejores que otros. No se trata de dominar los 9 tipos de inteligencia para apoyar a nuestro hijo. Pero sí de crear las condiciones necesarias y la confianza imprescindible para permitirle aprender a su manera. Observarlo, alentarlo, respetarlo y no ponerle ninguna etiqueta limitadora.
Continúa.....
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