La adolescencia puede ser una etapa dificil de llevar para los padres, un hijo que va camino a su independencia que pasa de la infancia a la adultez, que define sueños y consolida su autoestima.
Muchas veces no querrá seguir nuestros consejos y querrá hacer lo que él estima es bueno para él, nuestras aprehensiones pueden crear una tensión que solo hará que la relación se distancie. Aquí hay algunos consejos para mejorar nuestra relación:
"1. Tener malas expectativas
Tener siempre expectativas negativas, es decir esperar lo peor de
nuestros hijos adolescentes, los predispone de alguna manera a que se
comporten mal y se involucren en situaciones riesgosas. Los adolescentes
son vistos como una especie de monstruos en potencia, unos bichos raros
en metamorfosis permanente de los que siempre se sospecha, se desconfía
y se cree que en cualquier momento van a hacer algo malo. Ellos son muy
perceptivos y todo esto no hace más que fomentarlos a que actúen como
se está esperando que lo hagan: mal.
2. No dejarlos tomar decisiones
Los adolescentes es muy común que se sientan adultos y pretendan
decidir todo en su vida, como padres es importante no entrar en un
conflicto permanente de poder por pequeñeces y sí permitirles que tomen
determinadas decisiones como ser el tipo de ropa que usarán, el peinado,
es decir, cosas que no afectan y no hacen daño a nadie pero que para
ellos son de suma importancia y ayudan a que se sientan con más
confianza, con un margen de libertad fundamental en esa etapa de la
vida. Intervenir o prohibir que decidan ellos sí, cuando hay situaciones
de riesgo o de peligro potencial.
3. No establecer límites claros
Si bien la adolescencia es una etapa que se caracteriza por el
desafío, el rompimiento permanente de reglas, el cuestionamiento
constante de los límites, la rebeldía, etc., ello no es sinónimo de
dejarlos ser sin ningún tipo de límites. Es precisamente en este período
de la vida en el que se hace fundamental la figura firme de los padres,
que aunque ellos no lo entiendan así, genera seguridad, confianza y
tranquilidad. Poner límites claros y hacer que se respeten es la mejor
manera de ayudarlos a crecer sanamente, ellos necesitan reglas y
estructuras que los ayuden a incorporar los valores y principios que
como padres hemos querido transmitirles.
4. No respetar su privacidad
Si bien para los padres los hijos siempre son unos bebés y los vemos
como pequeñitos, es importante en esta etapa de la adolescencia darles
mayor libertad, no invadirlos y revisarles sus cosas, respetar su
privacidad, es fundamental para que confíen en nosotros. Esto no quiere
decir no controlar ciertas cosas como ser el tipo de contenidos de
Internet a que acceden, los programas de televisión que ven, sus salidas
con amigos, etc.
5. No respetar o tomar en cuenta sus ideas
Muchas veces los adultos suelen trivializar, restar trascendencia a
las ideas, pensamientos, creencias de los adolescentes. Esta es una
etapa en la que priman los ideales, las utopías y está bien que puedan
tenerlos sin que sean minimizados por sus padres.”
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Fuente: www.familiapasoapaso.com/
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