Para Steiner, la madurez emocional está dada por una
capacidad que nos permite actuar de manera inteligente ante situaciones que
podrían depararnos gran tensión. Para ello, debemos adquirir las siguientes
habilidades:
1. Conocer nuestros propios sentimientos: como lo pueden ser el amor, la vergüenza o el orgullo y explicar por qué es que se dan en cada uno de nosotros, buscado entender la intensidad que poseen categorizándolos por ejemplo en pequeñas escalas (como del 1 al 10).2. Experimentar empatía: lo cual involucra reconocer los sentimientos que las demás personas, comprender por qué se sienten así; en resumen, sentir con los demás y experimentar con las emociones de los otros como si fueran nuestras3. Aprender a manejar nuestras emociones: lo cual implica controlarlas y saber cuándo y cómo expresarlas y de qué manera afecta a los demás. Es necesario saber cómo formar nuestros sentimientos positivos como por ejemplo la esperanza, el amor y la alegría así como aprender la manera más adecuada de expresar nuestras emociones negativas tales como el enojo, el temor o la culpa de una manera inofensiva y productiva y cuando no debemos expresarlas.4. Reparar el daño emocional: que conlleva a disculparse con otros cuando cometemos errores emocionales y herimos a otros5. Combinarlo todo: ello implica una interactividad emocional que nos permite captar los sentimientos de quienes nos rodean y darnos cuenta de sus estados emocionales para interactuar con ellos de manera afectiva.