A veces tratamos de evitarles el dolor y
las frustraciones, pretendemos hacerles felices dándoles lo que desean,
evitándoles las cosas malas, pero estamos equivocados. Una persona feliz no es aquella que no se equivoca nunca o aquella que siempre consigue todo lo que quiere.
Todas las personas cometen errores, y a todas las personas les cuesta
conseguir lo que quieren. Es parte de la condición humana. Una
persona feliz, es aquella que sabe afrontar sus errores, aprende de
ellos y sabe superar la frustración de forma constructiva.
Si evitamos a nuestros niños y niñas las
frustraciones, llegara un día irremediablemente en el que tendrán que
enfrentarse a esto y no podrán hacerlo porque no tendrán los recursos
emocionales para ello.
Debemos ver la frustración y los errores
como parte de la vida, y por lo tanto es nuestra responsabilidad hacer
que los más pequeños estén preparados para ello. Enseñarles a aprender
de sus errores, a afrontar los fracasos y superar la frustración, a
conseguir sus metas y a esforzarse para ello.
PAUTAS
- 1.- Cambia la manera de ver los fracasos. Haz que no vean los
fracasos como algo negativo, no consiste en el todo o nada, sino en
aprender de lo que hemos hecho y como lo hemos hecho. Cuando algo les
salga mal debemos hacer que no lo vean como algo negativo, son cosas que
pasan, y que lo importante es darse cuenta de donde nos hemos
equivocado para que no vuelva a ocurrir. Lucia está aprendiendo a
escribir y se equivoca cuando tiene que escribir la sílaba pel, en lugar
de eso pone ple. Se pone a llorar y comienza a decir “no sé hacerlo”,
“no puedo”. En lugar de alterarnos, debemos decirle frases de apoyo “no
pasa nada estas aprendiendo y todos nos equivocamos cuando aprendemos”
“vamos a ver en que te has equivocado, ya verás como si lo piensas te
das cuenta” “la próxima vez ya no te equivocaras”
Convierte así la frustración en aprendizaje. Que el niño lo conciba como una oportunidad para aprender y ser creativo.