Un estudio de largo alcance sostiene que la comprensión del concepto de número, de las cantidades que los números representan, y un manejo básico de la aritmética durante el primer grado de la primaria, son indicadores de un buen aprendizaje matemático hacia fines del quinto grado, y podrían extenderse a toda la vida. En el trabajo "Predictores cognitivos del Aumento en los Logros en Matemáticas: un estudio longitudinal de cinco años", publicado en el periódico Developmental Psychology por David Geary, profesor de Ciencias Psicológicas y un equipo de colaboradores, se estudió a 177 alumnos de primaria de 12 escuelas diferentes a partir del jardín de infantes, con la intención de seguirlos hasta sus primeras lecciones de álgebra en 10º grado.
"Las matemáticas son críticas para el éxito en una variedad de campos", sostiene Geary, "pero una vez que los estudiantes se retrasan, es casi imposible recuperarlos".
"Nuestra investigación procuró identificar los conocimientos elementales que se necesitan al principio de la escolaridad para guiar el aprendizaje durante los siguientes cinco años", explica. "Descubrimos que comprender los números y las cantidades es fundamental para que el alumno progrese hacia temas más complejos".
"Para mejorar la instrucción básica, debemos saber qué enseñar. Estos son los factores que hacen una diferencia en primer grado, más allá de la inteligencia y otras habilidades", sostiene Geary.
El estudio refuerza la idea de que el conocimiento matemático es incremental, y que sin una buena base los estudiantes no progresarán, porque la matemática de vuelve cada vez más compleja. Según Geary, "los niños que pueden ir hacia atrás y hacia adelante en la traducción de los numerales en cantidares, y los que son capaces de separar los problemas complejos en partes más pequeñas, son los que tienen la mayor ventaja inicial".
Los investigadores también encontraron que los niños de primer grado que comprenden la secuencia numérica y saben ubicar los números en ella, son los que más rápido avanzan durante los siguientes cinco años.
Fuente: Science Daily, EEUU. Leer nota original